Los Domingos cuando uno sale no existen, y cuando no salís tampoco.
Los Domingos son días tristes, son siempre nublados.
Son los días que no existen.
Pero tener que estar estudiando, un Domingo, es peor que, que existan los Domingos.
A veces quiero dejar todo y ponerme a escribir un libro gigante, irme al sur, o al norte, y no estar siempre en el medio.
También sería bueno que aparezca alguien.
En fin, sin conclusión, odio los Domingos
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